A modo de presentación. Marcel Proust: génesis, memoria y deflagración

Es fama que a Marcel Proust (1871-1922) —de quien este año se cumplen 150 años de su natalicio— la originalidad estructural y escrituraria À recherche du temps perdu le creó serias dificultades para conseguir publicar el primero los tomos “novela” había empezado escribir en 1907. Ya 1909 hace ofrecimientos sin suerte al periódico editorial Mercure France, y, diciembre 1912, recibe —con solo un día diferencia— tanto rechazo Fasquelle como Nouvelle Revue Française (NRF). En busca editor, intenta, través amigos e intermediarios, sello Ollendorf que, dirigido por Alfred Humblot, desestima también propuesta febrero 1913. Finalmente, consejo amigo Gaston Calmette —quien trabajaba Le Figaro, varias veces mencionado ciclo novelesco—, contacta con pequeña Grasset donde logra editar obra (Peter, 2008, pp. 76-77) 1913 “à compte d’auteur”. El volumen exordio lleva una sencilla, pero elocuente dedicatoria: “Al señor Calmette, testimonio mi profundo afectuoso agradecimiento. Proust”. Este affaire edición modo derrotero —narrado cartas inolvidables escritor Louis Robert, “el primer Swann”— da cuenta no pocos obstáculos debió vencer. 1919 —cuando segundo tomo l’ombre des jeunes filles fleur obtiene, seis votos contra cuatro, Premio Goncourt—, esforzado emplazamiento consolida, escasos tres desaparición física autor.